¿Qué fue el Seminario de Síntesis Filosófica (2019-2020)?
Por: Seminario de Paracetamol
I. Methodos
El Seminario de Síntesis Filosófica II es una materia de la Licenciatura en Filosofía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. En ella, las y los estudiantes se familiarizan con las convenciones más habituales de las revistas académicas en la disciplina Filosófica. Es un curso destinado a la comprensión del trabajo académico en filosofía, por medio de la realización de un trabajo de investigación. En la práctica, opera como un taller para afinar herramientas de escritura, de claridad, y para crear espacios de escritura colaborativa de textos filosóficos.
En su emisión 2020, el Seminario de Síntesis incluyó un Taller de Edición Digital, el cual fungió como un un espacio para explorar y desarrollar ideas, como una caja de herramientas con la cual crear escritura disruptiva, no sólo filosófica sino también interdisiciplinar.
Globalmente, el Seminario de Síntesis fue una invitación a cuestionar los saberes tecnificados de la academia actual y la relevancia que tienen. Desde este cuestionamiento nace un intento de llevar la edición digital más allá de proveer métodos y herramientas rápidas y fáciles de usar, hacia una nueva práctica filosófica a través de la edición: la filosofía pirata.
II. Poros
Pensar y escribir están atravesados por el medio en el que se dan. El medio exige cierta estructura al pensar; aunque, también, es una apertura a nuevas formas de crear. Parece, pues, que se piensa haciendo, se piensa escribiendo en un medio. En este sentido exhortamos a concebir la filosofía como un hacer intelectual y material. Lo cual implica que la filosofía no es ajena a los procesos de edición, pues en tanto que ésta inteviene se puede cuestionar los procesos y métodos que se utilizan y que no son ingenuos ante un sistema que concibe una propiedad intelectual como algo autónomo. Es un ejercicio para comprender la “materialidad” de un texto, que afecta la manera en como se desarrolla la escritura y cómo es que se pretenden trasmitir la ideas.
Si se quiere hacer una disrupción escritural, se tienen que usar todos los medios disponibles. Habría que ser navegantes y sondear “[…] el testear, el poner a prueba, la idea de actuar como filósofos piratas al ataque […]” (Hall, 2012). La edición “pirata” apunta al momento en que la producción filosófica reconoce su propia materialidad se abre hacia la posibilidad de colaboración y el compartir con otro lector o editor.
Desde la edición digital, también, se puede replantear el lenguaje, la manera en que lo usamos y lo aprendemos. Por tanto, la colaboración se vuelve un punto principal en entender el trabajo de la escritura, al mismo tiempo que nos hace pensar sobre cómo concebimos la relación que tenemos con el texto, sobre la autoría y la distribucion de las ideas.
La filosofía pirata puede concebirse como un hacer experimental, ya no reservado únicamente a un horizonte puramente intelectual. Por el contrario, se reconocen sus formas materiales y contextuales, así como con los desafíos que abundan en ella, los cuales pueden ser económicos, materiales, emocionales o incluso, existenciales. Y en este sentido comprender la escritura como una acción más que como idea, sugiere una relación con la realidad y los elementos digitales que la componen. Se convierte en una plataforma para la creación de nuevos procesos de encuentro que generen maneras de pensar colectivamente a partir de una relación crítica con las nuevas tecnologías de la escritura.
II. Poner en práctica lo que predicamos
En las Humanidades el cuestionamiento y la crítica son esenciales. Sin embargo esas preguntas no siempre se dirigen a la misma práctica filosófica. Por ello, apostamos por un taller “hands on”, es decir, que parte de la teoría pero pone en práctica la escritura filosófica. Al preguntarnos cuáles son los espacios (nuevos y clásicos) de la filosofía, la edición digital surge como una forma de mantener conectadas las discuciones filosóficas. Los experimentos editoriales”[t]ienen la capacidad de transformar la forma en conducimos la comunicación académica. A través de ellos, […] podemos luchar y habilitar el tipo de política y ética que sentimos que nuestro sistema debe encarnar, y podemos empezar a producir conocimiento de forma diferente” (Adema, 2013).
Según Adema, “…para cambiar nuestras instituciones desde dentro debemos empezar examinando críticamente nuestras posiciones y prácticas y cómo las reproducimos” (Adema, 2013, pp.7). La edición no solo es un proceso de revisión de las reglas del lenguaje natural, sino una revisión de la reflexión propia. Si uno hace su propia edición en vez de solo dejarsela a un segundo, realizará la crítica de sus propias técnicas. Si estamos dispuestos a criticarnos a nosotros mismos, nuestras ideas y técnicas; podemos criticar con mayor claridad a las instituciones y la sociedad que estas representan.
Vislumbramos que la edición digital potencializa el poder individual y público para decidir sobre las formas y expresiones en las que se produce, se publica y se comparte el conocimiento. Sin embargo, también cuestiona las prácticas individuales y la relación íntima que uno tiene con su trabajo, problematizando la concepción de un autor independiente, aislado y original. Al respecto, Gary Hall nos invita a transformar nuestros procesos de escritura si es que queremos adoptar un compromiso distinto desde la trinchera filosófica.
Para contrastar cómo afectan nuestras practicas editoriales al lugar de la Filosofía como agente social, ético o político, Hall lanza más “un llamado a escribir en grupos que a un cambio en nuestro enfoque de las partes individualistas de nuestro trabajo a aquellas que son más colectivas, más situadas socialmente … centrándose en esto social modo de conversación, en lugar de obsesionarse con lo que nosotros, individuos únicos que somos, tenemos que decir, puede producir mejores intercambios. Uno no necesita literalmente compartir la autoría de los textos para compartir el proceso de escribir esos textos. La colaboración que las redes de publicación digital pueden inspirar podría ser paralela, por ejemplo, a los grupos de escritura en los que muchos académicos ya comparten su trabajo, buscando comentarios mientras el trabajo está en proceso” (Gary Hall, Filosofía Radical Pirata, 2012).
De igual manera, la edición digital nos permite explorar areas comunes para la difusión de textos, dando prioridad no solo al contenido de estos, sino también a la accesibilidad misma de ciertas reflexiones que previamente se concentraban únicamente en ambitos académicos, o gremios compuestos de un puñado de individuos. Creemos en la posibilidad de una discusión pública en la que se elimine la figura del autor y se enriquezca la diversidad de contenidos aportados por intereses diversos e interdisciplinarios. Para comprender más a fondo las implicaciones y los avances futuros del pensamiento es necesario un acercamiento a las infraestructuras que fundamentan lo que conocemos.
En el caso de la edición y publicación de textos, las herramientas digitales del último siglo, han cambiado completamente la manera de hacer y entender la producción de textos en términos creativos y de divulgación. Por ello, afirmamos la edición digital como una disrupción que abre el panorama y rompe con la autoridad del autor como creador. Justo es este repensar de cómo publicamos y de la propia subjetividad lo que puede dar apertura a nuevas formas de creación que salen de pensar al autor como una autoridad única.